Ningún artista ha hecho sobre el papel un laboratorio del pensamiento con más ímpetu creativo que Leonardo Da Vinci, quien ya preconcibió en miles de dibujos aparatos como el avión o el carro de combate, según revela una exposición en Londres.
Famoso como pintor por obras tan célebres como 'La Gioconda' o 'La última cena', Leonardo (1452-1519) fue también arquitecto, escultor, inventor, ingeniero, investigador de la anatomía humana e infatigable observador de las leyes naturales que rigen la Tierra.
En una época en la que el papel constituía un lujo al alcance de pocos, el maestro renacentista llegó a utilizar más de 6.000 cuartillas y folios para plasmar tanto sus ideas artísticas como sus observaciones y diseños científicos.
Ahora, casi quinientos años después de la muerte del artista italiano, el museo 'Victoria & Albert' (V&A) ha logrado reunir en una exposición unos sesenta dibujos, notas y cuadernos en los que el genio explora los misterios del arte, la ciencia y la naturaleza.
Los valiosos manuscritos representan 'el constante ruido de fondo' del pensamiento del maestro y 'no tienen parangón en ninguna época'
Para Martin Kemp, comisario de la muestra 'Leonardo Da Vinci: Experiencia, experimento y diseño', que se inaugura este jueves, los valiosos manuscritos representan 'el constante ruido de fondo' del pensamiento del maestro y 'no tienen parangón en ninguna época'.
Kemp, estudioso de la obra del maestro y profesor de Historia del Arte en la Universidad de Oxford, cree que 'nadie hace lo que Leonardo', pues 'nadie plasma en el papel tanta diversidad temática, tantas ideas relacionadas y tanta visualización plástica'.
La muestra se estructura en cuatro temas: El Ojo de la Mente (relación entre la vista y la experiencia), Mundos Menores y Mayores (teoría del microcosmos y el macrocosmos), Construir Cosas (dotes del genio como arquitecto y constructor de ingenios mecánicos) y Fuerza (importancia de la fuerza y el movimiento en la naturaleza).
Frágiles en apariencia pero cuidadosamente protegidos por unaS vitrinas dispuestas en una sala, los legajos contienen anotaciones y minuciosos dibujos sobre anatomía humana, entre ellos disecciones de las válvulas corazón más propias de un cardiólogo que de un artista.
Los manuscritos, que el público podrá contemplar en el museo londinense hasta el próximo 7 de enero, también muestran revolucionarios diseños de artefactos modernos, como una máquina voladora, un paracaídas, un tanque acorazado y una ballesta gigante.
Los manuscritos, que el público podrá contemplar en el museo londinense hasta el próximo 7 de enero, también muestran revolucionarios diseños de artefactos modernos, como una máquina voladora, un paracaídas, un tanque acorazado y una ballesta gigante.
Junto a esos manuscritos, los visitantes podrán admirar grandes maquetas de esos cuatro aparatos ideados por Leonardo, quien también diseñó un helicóptero, un submarino y un dispositivo con engranajes que se cree era un máquina de cálculo, entre otros artilugios.
Nada escapa a la curiosidad del genio, incluido el movimiento del agua, estudiado en una serie de diagramas y bosquejos de torrentes y cascadas que, en palabras del profesor Kemp, Leonardo concibe como 'explicaciones' para 'comprender el mundo que le rodea'.
Además, muchos de los dibujos -procedentes de la Colección Real Británica; el Códice Arundel, del propio museo Victoria & Albert; y el Código Foster, de la Biblioteca Británic-, cobran vida gracias a unas animaciones infográficas basadas en los trabajos originales.
Leonardo Da Vinci puso todo ese ingenio al servicio de algunos mecenas y potentados de su época, como Ludovico Sforza 'El Moro' (1452-1508), tirano que gobernó Milán, a quien envió una carta pidiéndole trabajo 'con la mayor humildad'.
Leonardo Da Vinci puso todo ese ingenio al servicio de algunos mecenas y potentados de su época, como Ludovico Sforza 'El Moro' (1452-1508), tirano que gobernó Milán, a quien envió una carta pidiéndole trabajo 'con la mayor humildad'.
En Milán, el maestro dejó su impronta en el diseño de la zona Navigli, llamada 'La Venecia de Lombardía' y que forma parte del antiguo canal de Milán que une varios lagos al norte de la ciudad.
Nacido en las afueras de Florencia, Leonardo Da Vinci murió a los 67 años en Cloux (Francia) y, habiéndolo estipulado en su testamento, legó sus cuadernos de notas, dibujos y otros papeles a su fiel discípulo Francesco Melzi (1491-1568/70?).
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